AL PIE DE LA LETRA
Por Raymundo Jiménez
7 de agosto de 2009
* PLAZA EN DISPUTA
Las dos últimas ejecuciones, las del ex comandante policiaco Milton Francisco Martínez Fuentes y la del ex subprocurador de Justicia en la zona norte del estado, Juan Carlos Labourdette, muestran el grado real de descomposición que existe actualmente en Veracruz, donde algunas células de poderosos cárteles criminales vienen operando impunemente desde varios sexenios atrás.
Indicios del narcotráfico en Veracruz se registran, por lo menos, desde el sexenio del gobernador Fernando López Arias (1962-1968), ex procurador general de la República, cuyo ex jefe de la policía federal y del estado, coronel Manuel Suárez Domínguez, moriría después en condiciones muy extrañas en una prisión del sur de Estados Unidos, país que tras las guerras de Corea y Vietnam, en las décadas de los años cincuentas y sesentas, se convirtió en el principal mercado de los estupefacientes cultivados y producidos en México y Sudamérica.
En el sexenio del gobernador Agustín Acosta Lagunes (1980-1986) fueron masacrados 22 agentes federales en el Valle de Uxpanapa por sicarios al mando del “Güero Polvos”, que supuestamente después sería identificado como Héctor “El Güero” Palma . En la administración del gobernador sustituto Dante Delgado Rannauro (1988-1992) se suscitó el fatal enfrentamiento entre soldados y policías federales en el Llano de la Víbora, del municipio de Tlalixcoyan, donde un avión que transportaba cocaína procedente de Colombia aterrizó para recargar turbosina de unos tanques clandestinos.
Y en los regímenes de los gobernadores Patricio Chirinos (1992-1998) y Miguel Alemán (1998-2004) se estableció y operó libremente en Veracruz el capo norteño Albino Quintero Meraz, (a) “Don Beto, el cual fue aprehendido en mayo de 2002 por elementos militares en el puerto jarocho, donde arrendaba una mansión en el fraccionamiento boqueño “Costa de Oro”, muy cerca de la residencia particular de Alemán Velasco.
Desde entonces la plaza ha estado en disputa por distintos grupos delictivos, cuya pugna se ha acentuado en los últimos días.
Antes de la ejecución del ex comandante policiaco Martínez Fuentes y del ex subprocurador Labourdette fue eliminado junto con su esposa y cuatro hijos el subcoordinador Operativo de la Policía Intermunicipal Veracruz-Boca del Río, José Antonio Romero Vázquez. El modus operandi del atentado contra el jefe policiaco porteño fue casi similar al realizado contra el ex fiscal, quien en el sexenio alemanista había sido cesado por haber dado positivo en el examen antidoping.
De acuerdo con una línea de investigación de la Secretaría de Seguridad Pública federal, las últimas ejecuciones realizadas en Veracruz estarían vinculadas con el enfrentamiento ocurrido el lunes 13 de julio pasado entre fuerzas federales y presuntos narcotraficantes que hasta la fecha siguen sin ser identificados de manera oficial porque sus cuerpos quedaron calcinados al interior de una camioneta blindada BMW. Como se recordará, la balacera se registró en el centro histórico de la ciudad de Veracruz luego de que un grupo de delincuentes era perseguido por la Policía Federal desde las calles de Juan Enríquez y 20 de Noviembre hasta la rúa de Zamora, en el tradicional barrio de La Huaca. El fuego cruzado duró alrededor de quince minutos.
Supuestamente se utilizaron granadas de fragmentación, pero otra versión extraoficial refiere que se trató de un bazucazo cuyo impacto alcanzó a los vehículos que participaron en la refriega y a otros que estaban estacionados. Al final, dos de los presuntos delincuentes murieron incinerados en el interior de la camioneta BMW en la que intentaban huir. Una de las víctimas habría sido un joven estudiante de la Facultad de Derecho de una prestigiada universidad privada del puerto de Veracruz, cuyo adolorido padre de origen michoacano y presunto jefe de un importante cartel que actualmente opera desde el vecino estado de Tabasco habría jurado vengar su muerte.
Y es que otra versión apunta que inicialmente la persecución de los dos tripulantes de la camioneta BMW la habrían emprendido sicarios de otro grupo delictivo asentado en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, cuyos vínculos con jefes policíacos, agentes de Tránsito municipal y empresarios porteños quedaron evidenciados mediante un video subido a You Tube el pasado 1º de julio, exactamente un mes después del secuestro del administrador de la Aduana Marítima de Veracruz, Francisco Serrano Aramoni, en el que se revela que presuntos “Zetas” habrían secuestrado y ejecutado al jefe aduanal.
El video presentaba un “interrogatorio” de otros presuntos sicarios a tres supuestos “Zetas”, quienes aparecían hincados y esposados. Atrás de ellos se observaban seis sujetos encapuchados, portando armas largas. Una voz en off les preguntaba sobre incidentes delictivos ocurridos en el estado. Uno de los presuntos “Zetas”, quien se identifica como Nicolás Sánchez, confiesa, luego de que el “interrogador” le pregunta qué pasó con el secuestro de Serrano Aramoni, que el ex funcionario habría sido asesinado en un rancho el día siguiente a su levantón. “Tengo entendido que, por parte de Gilberto Osorio que la otra vez me comentó, que al señor ese lo habían matado al otro día en un rancho”, dice en el video, el cual fue titulado como “Matando Zetas”.
Sánchez no revela los motivos por los que el administrador aduanal fue levantado el 1º de junio; sin embargo, indica que en la privación de su libertad participaron el comandante “Osiris”, de la Dirección de Tránsito Municipal de Veracruz, y Carlos Carranza, “El Ñaca”, quien según el testimonio videograbado es uno de los operadores de “Los Zetas” en Veracruz junto con Gilberto Osorio, y está a cargo de los “levantones”, de los asesinatos, del robo de mercancía de tráileres y de la extorsión a comerciantes porteños.
Otro de los interrogados, quien dice llamarse José Manuel Ibarra y dedicarse a lavar dinero del cártel de los “Zetas” señaló a un grupo de empresarios locales muy vinculados al grupo político que actualmente gobierna el municipio del puerto de Veracruz.
Dos días antes de que subieran el video en You Tube apareció el cuerpo decapitado de un hombre en Boca del Río con una cartulina que decía: “Esto es para el pueblo veracruzano, no se asusten venimos a limpiar su estado de estas porquerías de los Z (para que no vuelvan a matar un inocente, no habrá lugar en todo México donde encuentren a sus familias)”.
El cadáver fue identificado posteriormente por las autoridades ministeriales como Rodolfo Lara Sánchez, un tramitador aduanal en la Administración Portuaria de Veracruz y uno de los presuntos “Zetas” que apareció en el video subido a You Tube. Lara, cuya desaparición fue reportada por sus familiares desde el 17 de junio, confesó a sus interrogadores que tenía dos años de pertenecer a los “Zetas” y que su labor era proporcionar información sobre la carga que había en ciertos contenedores y la ruta que seguirían los transportistas para que los interceptaran en carretera y robaran la mercancía.
Dio nombres de empresarios locales que lavan dinero, de agentes policiacos y de Tránsito municipal ligados a su cártel, así como de los presuntos jefes que controlan la plaza y de los que trasiegan y venden la droga en diferentes puntos de la zona conurbada.
Tres semanas después de la difusión de este video, la Policía Federal dio otro golpe a Los Zetas con la detención, el pasado lunes 27 de julio, de Jorge Alberto Jiménez González, presunto operador financiero de dicho grupo delictivo. Junto con este joven de 27 años de edad fue detenida también su novia Mónica Carolina Castro Peón, quienes dijeron trabajar para Rolando Veytia Bravo, alias “El Manitas”, presuntamente el tercero al mando del brazo armado del cártel del Golfo en Veracruz.
La guerra entre ambos cárteles por la disputa de la plaza va para largo. A ver si las fuerzas federales y del estado combaten a los dos grupos delictivos por igual, pues lo peor que podría pasar es que Veracruz siguiera “calentándose” en vísperas de la sucesión gubernamental de 2010.
